Por Ricardo Capilla Vilchis
Ciudad de México. 17 de octubre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- “Uno de los puntos del espacio que contiene todos los puntos” es como describe Jorge Luis Borges a el Aleph en su cuento homónimo. Este relato da nombre a un festival organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que conjunta la ciencia y el arte.
Se trata de El Aleph. Festival de Arte y Ciencia, el cual tuvo como acto inaugural la conferencia El Aleph, las cuerdas y la música de la materia,en donde se abordó la teoría de cuerdas, hoy por hoy una de las ideas más prometedoras para explicar cómo es que está estructurado el universo.
Para hablar del tema se contó con la presencia de Juan Martín Maldacena, uno de los físicos teóricos más importantes de la actualidad, quien ha hecho grandes contribuciones a la teoría de cuerdas; asimismo, con José Gordon, escritor y comunicador de la ciencia; Alberto Güijosa, físico teórico del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, y Jorge Volpi, escritor y coordinador de Difusión Cultural de la UNAM.
“La teoría de cuerdas trata de resolver cierto problema, más importante que describir la teoría de cuerdas es describir qué problema trata de resolver (…) Esta teoría junta ciertos aspectos de la mecánica cuántica y de la gravedad, y uno puede describir otras situaciones que no involucran el principio del universo, como los agujeros negros vistos desde el exterior o tratar de describir las otras fuerzas de la naturaleza”, explicó Maldacena, quien se desempeña como investigador en el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Princeton.
La teoría de cuerdas plantea que el universo está construido de pequeñas cuerdas que vibran de diferentes maneras. Una determinada vibración corresponde a un electrón, mientras que otra distinta correspondería a un fotón, etcétera. Para entender esto podemos pensar en un arpa: si se hace vibrar la cuerda más grande y gruesa, producirá un sonido grave, pero si se hace vibrar la más corta y delgada, el sonido producido será agudo.
La teoría de cuerdas sirve como puente unificador de dos ideas revolucionarias de la física del siglo XX. La teoría de Einstein sobre la gravedad a través de la geometría del espacio-tiempo, que propone que el espacio-tiempo no son objetos físicos inmutables, sino que pueden oscilar, expandirse o colapsarse. Esta teoría describe el universo en su conjunto, especialmente objetos pesados.
Por otro lado, está la mecánica cuántica que, al contrario de la teoría de Einstein, describe cosas pequeñas como átomos, moléculas y la estructura de la materia, así como efectos cuánticos como los producidos en los materiales semiconductores usados en nuestros teléfonos. Es esencialmente una teoría probabilística.
Maldacena destacó que la teoría de cuerdas es hasta el momento puramente teórica, es decir, no existen comprobaciones experimentales directas —para ello sería necesario crear universos—, por lo cual se recurre a las fórmulas matemáticas.
Ciencia y cultura
“Borges tenía mucha imaginación y tiene muchos cuentos interesantes a los que uno les puede encontrar paralelos en cosas de la física. Por ejemplo, está el cuento El jardín de los senderos que se bifurcan, en donde hay distintas posibles realidades que tienen puntos de encuentro común, que se parecen un poco a la descripción que uno tiene de la mecánica cuántica, en donde una partícula a veces puede seguir muchas trayectorias al mismo tiempo”, expresó Maldacena.
Para el científico argentino, saber dónde nos ubicamos en el universo, conocer sobre las estrellas y otros planetas tiene un gran valor cultural, pues al estudiar estos temas se extienden las fronteras del conocimiento.
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