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martes, 1 de septiembre de 2009

Los Intocables (EN)

Por Gilberto Vega Zayas

Para colmo de los males que aquejan al país, el año que viene, acaba de anunciarlo el Secretario de Hacienda a senadores del PAN, en nuestro país habrá un faltante de 300 mil millones de pesos. El presidente del Senado, Gustavo A. Madero señaló que habrá que conseguir fuentes de recursos para solventar ese boquete.

Sin embargo, ahora el mundo político en México está dando de qué hablar anunciando recortes presupuestales, reducir las dietas y planes de austeridad de los diputados, de devoluciones a la Cámara, de viáticos no ejercidos (sólo un diputado panista), de reducir presupuestos al IFE y muchas otras lindezas que bondadosamente los políticos y representantes camarales han cedido por el bien de los ciudadanos.

Ahora que también se habla bastante en los medios del riesgo que existe de que la crisis económica se convierta en crisis social, las instituciones de gobierno principalmente han decidido por amor a la patria “amarrarse el cinturón” y velar por el interés público.

Para poner sus barbas a remojar por aquello igualmente de que son de los menos populares entre todos los sectores, los diputados al parecer se pondrán a trabajar respondiendo al llamado de Felipe Calderón y a fin de consensuar en bien de la nación.

El IFE por su parte recibió una carta de la Secretaría de Hacienda solicitando que, “en lo que resta de este 2009, se analicen “ajustes” o “recortes” al presupuesto dada la “difícil situación económica” por la que atraviesa el país. Así, la Secretaría Ejecutiva y la dirección de administración del IFE ya realizan un estudio para ver la forma en que ese instituto contribuiría a este ejercicio de austeridad solicitado por Hacienda”.

Esto último inmerso en un escándalo de compras de software que no funcionaron adecuadamente al momento de monitorear los spots de los partidos políticos y de 6 mil millones de pesos por concepto de gastos de operación que según el Consejo Nacional de la Abogacía resultaron un dispendio del IFE.

Así también la Contraloría General dio a conocer diversas irregularidades en el área administrativa del organismo encargado de velar por democracia de la nación, como el cobro indebido de cheques y adjudicación de obras a empresas inexistentes que aún se investigan. Bien por ello, y por todas las medidas de austeridad que patrióticamente se están tomando.

Y así, educación, investigación, programas sociales, empleo y lo que resulte se verán reducidos en presupuesto paralizando el desarrollo económico y social.

No obstante y curiosamente los partidos políticos como tales no tienen vela en este entierro. Es decir, no participan de esta tarea nacional por el bien del país. No revelan la necesidad de ajustarse y adecuarse a las difíciles circunstancias económicas y no se ve por ningún lado cómo obligarlos a meterse a esa dinámica ineludible de restricción y austeridad económica.

Y es que muy vivitos y bajo el amparo del Artículo 78 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, los partidos aseguraron su presupuesto no en base a la cantidad de sus votantes en cada elección , como debería de ser lo justo y lógico, sino al número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral.

El mencionado Artículo establece que el presupuesto para los partidos políticos se calculará multiplicando el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral, por el 65 por ciento del salario mínimo vigente en el Distrito Federal.

Y como somos casi 78 millones de ciudadanos inscritos en el padrón, de los cuales votó menos de la mitad en las pasadas elecciones para conformar la LXI Legislatura, según estimaciones del columnista Jaime Sánchez Susarrey, el voto de los mexicanos que votaron ascendió a 17 dólares de acuerdo al presupuesto asignado al IFE.

Los que no votaron aumentaron y sin embargo siguen considerándose dentro de la base para programar el presupuesto de los partidos políticos en el COFFIPE.

Entonces, si en verdad se trata de ajustar a todos los mexicanos y a sus instituciones a las condiciones económicas del país, es justo y necesario que también sean reducidos los presupuestos para los partidos. ¿O ellos No?

Pero eso podrá ser tarea de los nuevos legisladores reformando el COFIPE.

Ellos tienen la última palabra, pero también los dirigentes de los partidos, los gobernadores. Digo, es una simple propuesta.

¿O usted qué piensa?