* Los asistentes más pequeños
disfrutaron del teatro guiñol, la divertida música de Jero y las atractivas
historias de la cuentacuentos Brenda.
Una
mañana muy productiva y llena de la algarabía infantil se vivió en la Plazuela
27 de Septiembre en el marco de la 16 Feria Internacional del Libro Los Mochis
2017, donde los consentidos fueron los reyes del hogar para quienes se preparó
un atractivo programa que incluyó literatura, teatro guiñol, música y
cuentacuentos.
En
la sala principal se realizó la presentación del libro Zoológico de palabritas,
de la escritora Cristina Rascón, en el cual mostró a los pequeños una manera
simple y divertida de hacer haiku.
Cristina
explicó que el haiku es una poesía porque tiene 5 sílabas, 7 sílabas, 5
sílabas, a veces tiene rima a veces no, y cada poema en su libro trata de un
animal, entonces tiene 17 sílabas y un animal y decidió que además de eso, que
cada poema se trate sobre una letra, entonces tenemos poemas que hablan con una
sola letra como: llamo a la llama,
corre, todo está en llamas, ¡que llamarada!.
En Zoológico
de palabritas, además de animales propios del universo del haiku japonés, se
hace hincapié en fauna típica de México.
Otro
invitado a la sala principal fue el escritor mochitense Elman Trevizo, quien
compartió con los pequeños asistentes su pasión por la lectura y la escritura y
les platicó como nació su libro Las muchas muerte de Pancho Villa.
Se
trata de la historia del personaje a quien el autor denomina como Doroteo Rosas
Parra, un niño-adolescente a quien le gusta mucho la fotografía y que le saquen
fotos.
Doroteo,
vive en el mismo lugar en donde hace 92 años asesinaron a Pancho Villa, y se
encuentra con una señora misteriosa que le cuenta leyendas sobre el Centauro
del Norte y le entrega fragmentos de un diario perdido del general de la
División del Norte. Entre estas le cuenta sobre la leyenda que narra como cada
noche en Parral, en el callejón Gabino Barreda, vuelve a morir Villa, una y
otra vez lo asesinan y mueren también quienes pasan por ahí, personajes del
pueblo que a partir de entonces, se vuelven los fantasmas de la historia. De
ahí el nombre del libro Las muchas muertes de Pancho Villa.
Previo
a estas presentaciones, en el kiosco de la plazuela se presentó la obra “El
último árbol” con la compañía de teatro de títeres El guiño del guiñol.
Por
casi una hora, los cientos de niños de diferentes escuelas de la ciudad se
divirtieron en grande con el atractivo espectáculo pleno de humor, juego y
sabiduría, donde el punto principal es la relación con la naturaleza y el
cuidado y respeto de la misma.
La
función dio inicio y a golpes de hacha, un talador se propone derribar el
último árbol del planeta. Siendo este el único hogar para los animales del
bosque, estos se enfrentaron al humano, así pues la Hormiga, el Loro, Mamá
Iguana, La Serpiente y el Zorro Chucho; quienes protegen el huevo del Pájaro
Llama-lluvia, se opusieron al corte del árbol, dejando en el corazón de los
espectadores historias sabias que nos ayudan a construir un mejor planeta.
El
talador, constructor de carreteras y de urbes, se encontró en su camino un
árbol primigenio. Su orden es elemental: debe tumbarlo, pues, “El Progreso” de
cemento ha de pasar por allí. Pero…. No todo fue tan sencillo, porque los
animales habitantes del árbol en su lucha por salvar su cubil y al futuro
pájaro llama-lluvia, hicieron reflexionar a los asistentes en torno al
equilibrio necesario entre la naturaleza y la ciudad.
Como
parte de las actividades, también se presentó nuevamente Jero con su
espectáculo Bailando de gusto con Jero, mientras que en el Museo Regional, se
presentó la cuentacuentos Brenda, quien dejó maravillado a los pequeñines con
su espectacular forma de contar historias.
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