Nemecio Castillo Torres, investigador
de INIFAP, señaló que la siembra de semilla de girasol con fines de
comercialización para la industria aceitera, presenta ventajas competitivas de
frente a otros cultivos como lo es el bajo uso de agua de riego, no tiene
plagas que bajen su rendimiento de manera significativa y, además, el bajo
costo de producción por hectárea representa un atractivo de frente a cultivos tradicionales
como el trigo y el maíz.
“Es un cultivo que requiere poca agua
menos que el trigo, 30 o 40 por ciento menos que el trigo, es un cultivo
rústico que se adapta bien a las condiciones del suelo, y a las condiciones del
clima que tenemos prevalecientes”.
Como parte del proceso de inducción
de nuevas opciones productivas, este martes se llevó a cabo una reunión con
productores de El Valle de El Carrizo ante quienes se les presentó la opción de
siembra de semilla de girasol.
Entre las ventajas competitivas de
dicho cultivo, precisó el jefe de Innovación Tecnológica de la Secretaría de
Agricultura y Ganadería, José Alfredo Gerardo, se tiene que la semilla de
girasol actualmente tiene una alta demanda por la industria aceitera lo que
garantiza su comercialización.
El especialista del INIFAP, Melecio
Castillo, precisó que los costos de producción de la semilla de girasol oscilan
entre los 12 a 15 mil pesos por hectárea con rendimientos de 2.5 a 3.3
toneladas teniendo un valor en la industria aceitera de 8 mil 500 pesos por
tonelada el ciclo 2016-17.
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