Majestuoso Concierto de la OSSLA en el Ingenio Azucarero de los Mochis
· Ante 13 mil asistentes al evento encabezado por el gobernador Mario López Valdez
Los Mochis, Sinaloa.- Ante más de 13 mil asistentes, los mochitecos volvieron a vivir el Concierto Navideño que por segundo año se realiza en el Ingenio Azucarero de esta ciudad del norte del Estado, evento encabezado por el Gobernador Mario López Valdez, y con la majestuosa interpretación de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes, el Coro de los Niños Cantores de Bamoa y el homenaje a Don José Ángel Espinoza Aragón “Ferrusquillla”.
El presidente del Consejo de Administración del Ingenio de los Mochis, Ing. Alejandro Elizondo Macías, al dar la bienvenida como anfitrión de este tan esperado evento, destacó que cuando se unen esfuerzos por una causa común los resultados siempre son satisfactorios como es el que se vivió esta noche y que “con su granito de arena que están aportando hoy por la noble causa “Salvemos a los Niños”, volverán a sonreír llenos de esperanza.
El menú artístico inició con la participación extraordinaria de los Niños Cantores de Bamoa, que dirige el maestro Francisco Javier Chan Velasco, quienes interpretaron un coctel navideño, acompañados por un ensamble y por mariachi en vivo, lo cual arrancó los primeros aplausos de la concurrencia.
La sorpresa de la noche fue el homenaje que se realizó a José Ángel Espinoza “Ferrusquilla”, quien además compuso un poema para su querido Sinaloa que conmovido calentó la fría velada: Sinaloa, quisiera descubrir un idioma diferente/que no entienda cualquier gente/nomas nosotros dos, y entonces/escribir algo así como un poema/que tenga como tema lo inmenso de mi amor.
Sinaloa, quisiera pronunciar frases que no hayas oído/mil cosas con sentido distinto a lo vulgar/Sinaloa, mereces tu de mi palabas siempre nuevas/a ver si así compruebas/que hoy te quiero más.
Lo más esperado de la noche, cuando el maestro Gordon Campbell dirigió a la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes con una célebre pieza, que consta de cuatro conciertos con el nombre de una estación del año cada una, la cual puso a prueba la técnica del nuevo principal de la sección de violines de la Orquesta, haciéndolo sudar y notándose su cansancio para interpretar cada uno de los doce movimientos que suman la obra y en la que llevó el peso de la ejecución.
Una de las obras más hermosas de todos los tiempos, de carácter descriptivo, en la que el autor pinta diversas escenas típicas de cada temporada a través de la magia de los sonidos, como son el canto de las aves en primavera, la tormenta en el verano, la caída de las hojas en el otoño, el borrachín que hace eses y resbala en la nieve del invierno, el ladrido de los perros, y otras que caracterizan cada uno de sus pasajes.
Nathaniel Basa recibió complacido los aplausos del público por su brillante interpretación, compartiendo el reconocimiento con su director, Gordon Campbell y la sección de violines.
El que ya se está convirtiendo en tradicional concierto “Ingenio Azucarero, le siguió con cuatro pasajes de la suite “El cascanueces”, que son “Danza de los Merlitones”, “Danza china”, “Danza del Hada de azúcar” y “Danza rusa”, y cerró con las solemnes notas de la Obertura “1812”, todas de Tchaikovsly, suaves y juguetonas las danzas, intensa y apasionada la obertura, que llenó de asombros al público que tuvo el placer de escucharla en vivo.
Saliendo de programa y aprovechando las fiesta decembrinas, la Orquesta regaló un coctel de villancicos “Jingle bells” y a manera de cierre el tema “La Ley del monte” y sin faltar “El Sinaloense”.
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